ASTROLOGÍA CHINA: LOS 4 PILARES DEL DESTINO

Desde el momento en que nacemos, tenemos perfilado un destino, que es nuestro sendero en la vida. La Astrología China-BAZI nos dice como es el sendero que habremos de recorrer; cuáles son nuestras fortalezas y debilidades. Pero lo más importante, es que ¡nosotros lo podemos cambiar!.Conociendo el código de nuestro destino, podemos atraer a nuestra vida los elementos (energía) que nos aportan el tan deseado equilibrio… nuestra misión.

La Astrología China, nace de la observación de la influencia que tienen los astros en el planeta y por ende, la forma en que influye a cada uno de nosotros la energía que recibimos del cosmos. La Astrología China-BAZI se basa en los 5 elementos de la naturaleza, en sus fases yin y yang, a estos se les llama los DIEZ TRONCOS CELESTES.

En la antigüedad, se dieron cuenta que las características de cada una de las personalidades se asemejaban a las de algún animal en particular; así que para facilitar la transferencia de este conocimiento se le asigno a cada energía  el nombre de un animal. A este conjunto de energías se le llama las DOCE RAMAS TERRESTRES.

El estudio de los 4 Pilares del Destino, nos enseña cómo es la tendencia en nuestras relaciones familiares, de pareja, laborales; nuestra profesión ideal, nuestra relación con la riqueza, los desafíos que deberemos enfrentar a lo largo de nuestra vida…  Nos enseña como aprovechar al máximo nuestros ciclos favorables y como atenuar los ciclos desfavorables, equilibrando nuestra energía (Suerte del Cielo).

Para realizar un estudio de Astrología China- BAZI o 4 Pilares del Destino, se necesitan los siguientes datos: hora, día, mes, año y lugar de nacimiento.

Cada pilar está constituido de un Tronco Celeste (Elemento) el cual puede ser yin o yang y una Rama Terrestre (signo animal). Las Ramas pueden tener de una a tres raíces (elementos).

1. Pilar del año: Representa nuestros ancestros, los abuelos y las personas mayores. La infancia, desde que  nacemos hasta los 17 años
2. Pilar del Mes: Representa nuestra relación con la familia, nuestros padres y herman@s. La juventud de los 17 a los 32 años.
3. Pilar del día: Al Tronco Celeste (elemento) de este pilar, se le llama Riyuan o Día Maestro. Representa nuestro ser, quien realmente somos. La relación con nuestra pareja y nuestros desafíos. La edad adulta de  los 32 a los 48 años.
4. Pilar de la Hora: Representa la relación con nuestros hijos, trabajo, carrera, proyectos y sexualidad. La edad madura de los 48 a los
   60 años.

El Tronco Celeste (elemento) del pilar del día de nacimiento, es la pieza más importante de nuestros 4 Pilares, ya que nos representa a nosotros mismos, nuestra esencia. Es en base al Riyuan o Día Maestro, que se analiza la interacción con todos los elementos que  lo acompañan en su mapa de 4 Pilares del Destino.

Primero debemos establecer el Tipo de Mapa Energético que rige a la persona, ejemplo: Riyuan fuerte o débil; estos son los tipos ordinarios de mapa. También existen los mapas extraordinarios, ejemplo: sigue la Tendencia, sigue la fuerza, tipo seguidor, tipo de falso seguidor, etcétera.

Una vez establecido el tipo de Carta BAZI de la persona, se procede a ubicar su “Dios Útil”, que es el elemento  (vibración) que más ayuda al equilibrio del Mapa energético de la persona. Así como los elementos que le son favorables,  los que le son desfavorables y la manera en que le pueden beneficiar o afectar.

Los seres humanos atravesamos por ciclos de suerte de 10 años; al igual que los Pilares de vida, estos ciclos están conformados por un Tronco Celeste (elemento) y una Rama Terrestre (signo animal). Predicen la influencia que tendrá la energía que estará recibiendo una persona, durante cada periodo que atravesara, a lo largo de su vida. Esta energía puede ser favorable, neutra, o desfavorable. Se hacen cálculos para saber exactamente a qué edad comenzamos esos ciclos, los que además serán matizados por la energía propia de cada año que este transcurriendo.

Equilibrio del Mapa de 4 Pilares del Destino: Esto se logra 

integrando a nuestra vida la vibración de  los elementos que nos aportan

el equilibrio; mediante la actitud adecuada,  los colores, el ambiente, la profesión, los hobbies o actividades, el entorno,  y la alimentación. Al mantenernos en equilibrio, podremos aprovechar al máximo los ciclos (energías) favorables y neutralizar o atenuar los ciclos desfavorables.

“¡El conocimiento protege! Al conocer el Código de nuestro destino, nosotros lo podemos cambiar. El equilibrio lo es todo. Al traer a nuestra vida la energía de los elementos que nos aportan el equilibrio, nos sentimos más fuertes, sanos, alegres…todo en perfecta armonía”.

Fuente: http://fengshuimundo.wordpress.com