La respiración es uno de los pilares sobre los que se apoya la potencia sanadora del Qi Gong Terapéutico, y la mayoría de las personas quieren saber, desde que empiezan a practicar, cuál es la forma correcta de respirar cuando están haciendo los ejercicios de Qi Gong.
Respirar correctamente cuando estás practicando es fundamental para obtener energía y mantener la mente concentrada, alerta y en armonía con el movimiento. Sin la respiración adecuada, la práctica carece de una importante carga terapéutica a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
Quiero hablarte de cómo hay que respirar correctamente y cómo tienes que ir incorporando esta respiración a los ejercicios de Qi Gong Terapéutico para potenciar los efectos terapéuticos de esta gimnasia energética.
En primer lugar, quiero que entiendas que en un curso de Qi Gong, por lo general, se enseña por niveles, esto es, en un primer nivel aprendes los movimientos y luego en cada nivel posterior se van añadiendo el resto de elementos como la respiración, la atención y la concentración más profunda, la visualización, etc.
Esto es así porque cuando estás aprendiendo algo nuevo, tu atención no puede estar en todos esos elementos a la vez, tu aprendizaje tiene que ser paulatino para que conforme vayas desarrollando tu mente e incorporando elementos a tu memoria y se vayan haciendo automáticos, de forma que ya no tengas que pensar en ellos, puedas ir añadiendo otros elementos y sumando complejidad y potencia a la autoterapia.
Es más, en el caso de la respiración, yo recomiendo siempre trabajarla por separado hasta dominarla y luego es que la puedes incorporar a los movimientos, de lo contrario puedes tener algunos problemas de atención y ventilación durante los ejercicios.
Te lo explico mejor con un ejemplo. Cuando aprendiste a conducir tenías que pensar en cada acción que realizabas mientras estabas conduciendo tu vehículo: Pisar el embrague, meter la marcha adecuada, ir soltando el embrague mientras aprietas el acelerador, … y todo esto mientras miras a la carretera y mueves el volante para no salirte de la carretera.
Con el tiempo y la práctica todas esas acciones se fueron incorporando en ti de tal forma que se hicieron automáticas y ya no tienes que pensar en ellas, es más, ahora eres capaz de conducir relajadamente mientras hablas con tu acompañante, escuchas la radio o hablas por el manos libres por teléfono con alguien, e incluso se ha hecho tan automático que muchas veces te pasará que llegas a tu destino tan envuelto en tus pensamientos que no sabes ni cómo has llegado allí, a muchas personas les pasa esto.
Y es que la mente, una vez que ha incorporado un conocimiento correctamente, queda libre para recibir e incorporar más complejidad a la tarea, que de esta forma se hace sencillo, de lo contrario sería abrumador y no avanzarías. Es por eso que yo enseño la respiración por separado y no la incorporo a los movimientos hasta que se hayan dominado estos dos elementos independientemente y por separadado el uno del otro.
La forma correcta de respirar en Qi Gong es una respiración suave, profunda, consciente y muy natural, sin forzar el proceso de respirar. El aire tiene que llegar a la zona del ombligo ( Dantien). Se sabe que los pulmones no llegan hasta el ombligo, pero eso no importa, tú tienes que pensar que sí y relajar tu abdomen e hincharlo cuando inhalas y retraerlo cuando exhalas para vaciarlo de forma suave y lenta pero sin forzar la respiración e invirtiendo el proceso, vaciando el Dantien.
Dos detalles muy importantes:
- La mente tiene que estar constantemente en el Dantien durante todo el proceso de la respiración.
- Con no forzar la respiración quiero decir que no se tiene que oir ningún ruido al respirar, la respiración se hace suave y profunda.
Hagamos el ejercicio:
- Túmbate boca arriba y coloca tus manos apoyadas sobre el ombligo para notar el movimiento del abdomen, puedes ayudarte con algo pesado como un libro grueso y ponerlo entre las manos y el Dantien. La lengua pegada al paladar.
- Inhala todo lo lentamente que puedas por la nariz llevando el aire a la zona del ombligo permitiendo que el abdomen se hinche y suba manteniendo siempre la mente ahí.
- Ahora exhala lentamente por la nariz hasta vaciar por completo, atiende a tu vientre y comprueba cómo va bajando, puedes hacer incluso un poco de presión con las manos para ayudarle a relajarse aún más y completar el vaciado.
- Cuando has obtenido el vacío, vuelves a empezar con otra inhalación lenta, profunda y consciente.
Puedes practicar este ejercicio de respiración durante cinco minutos y antes de los ejercicios de Qi Gong, esto acondicionará tu mente extraordinariamente y te permitirá estar en un estado de más concentración y armonía, aquietando tu mente y elevando tu energía.
Conforme vayas dominando el ejercicio de respiración y puedas permanecer consciente de ella tumbado, puedes pasar a practicarlo sentado, luego andando y por último mientras haces los ejercicios de Qi Gong Terapéutico; llegado a este punto tu autoterapia con Qi Gong Terapéutico tendrá un extraordinario poder sobre tu salud a todos los niveles.
La clave es la constancia, es por ello que siempre recomiendo practicar todos los días. Si tienes cualquier duda o comentario puedes dejarlo aquí abajo en esta misma página, estaré encantado de leerlo y de ayudarte.
Y una cosa más, si te gustó este ejercicio, por favor, compártelo.
Gracias!
Jorge Beltrán – TerapeutaCreador del Curso: http://RecuperaTuSaludConQiGong.com/
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